jueves, 28 de agosto de 2008

En una sala de maestros


Al verme con el libro en la mano me preguntó (un poco alterada) ¿cuáles son tus intenciones con ese libro?... de entre todas las preguntas extravagantes que me han hecho en la vida esta se puede llevar las palmas….

Yo no atiné a contestar si pretendía casarme con él o que entre el libro y yo aún no había pasado nada.

4 comentarios:

Juan Carlos Medrano dijo...

jiji.

Me recordó al "idilio de los hombres azules", un poema de... de... chale, no puede ser, qué terrible... a ver lo busco...(tic tac) chingao... no está ni en la red... ¿será invento mío?... no, no mames, sí lo leí... creo. No, sí, a güevo... espera.. ya sé (tic tac tic tac)... puta madre no lo encuentro... chale... algo te iba a decir pero ya se me olvidó.

Juan Carlos Medrano dijo...

Oye maestrina enamorada de no sé qué libro, te dejé un encarguito en los comentarios de "que tal y cual" en el Peatón.
Usted decídale.
Salú.
Fuerte el abrazo.

Anónimo dijo...

Carlos Aguilar
enserio respondio eso? jajaja

Anónimo dijo...

Y te dije: Irma por amor de dios todo poderoso e inexistente, deja de pensar en esas cosas del pecado y escupe a la maldita monja de enfrente...